Escala de crucero en la isla de Guernsey: la pequeña gran capilla de Guernsey
El mundo está lleno de lugares maravillosos por muy pequeños o recónditos que sean. De eso sabe mucho nuestro capitán, que afirma con seguridad que doblar cualquier esquina puede deparar una grata sorpresa. Hoy nos trae su rincón favorito para visitar durante la escala de crucero en la isla de Guernsey.
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Hace poco más de un siglo, en diciembre de 1913, el hermando Déodat llegó a Les Vauxbelets, su nueva congregación religiosa. Cuando vio la ladera arbolada de tierra frente al valle, creyó estar en su amado Lourdes y en su cabeza cobró fuerza la idea de construir un pequeño santuario en su honor, que no paró hasta que la hizo realidad.
Historia de la capilla de Guernsey
Pocos meses después, en marzo de 1914, se puso manos a la obra y casi de la noche a la mañana, la pequeña capilla, de 9 metros de largo por 4,5 metros de ancho, se “alzaría orgullosa”…. aunque no duraría mucho tiempo. A sus compañeros de congregación no les gustó tanto la idea como a él y no le quedó más remedio que demolerla y construir otra.
En julio de 1914 completó la edificación de una gruta que sería bendecida oficialmente. A ella nuestro Déodat añadió una (segunda) pequeña capilla que se mantendría en pie 9 años… hasta que se cruzó en su camino todo un obispo.
El purpurado de Portmouth, de visita en la congregación, quiso entran en la capilla… pero no pudo. La crónica de la jornada no puntualiza si este suceso se debió al tamaño de la puerta del templo o del propio obispo pero sí la conclusión: segunda vez que nuestro hermado destruye su obra.
Pero todo fin implica también un comienzo y Déodat no cejó en su empeño de edificar su capilla. Sin traicionar sus ideas, intentó que su obra perdurase para la posteridad pero, infelizmente, no pudo verla totalmente terminada.
En 1939, por problemas de salud, Déodat tuvo que regresar a Francia, quedando el cuidado de la capilla al Hermando Cegas, que continuó decorando el edificio hasta su jubilación en 1965.
El edificio careció de mantenimiento necesario durante varios años hasta que, en 1977, se estableció un comité para restaurar la capilla.
El templo pasó desapercibido para la humanidad hasta que un artículo ilustrado en el Daily Mirror la hizo famosa. Hoy la capilla de Guernsey es uno de los mayores atractivos de la isla de Guernsey que puedes visitar si decides hacer un minicrucero desde Southampton con Princess Cruises.
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