“Uno tiene la impresión de no estar en ningún sitio. He experimentado la sensación de estar suspendido en la irrealidad”. Hermann Bahr

El escritor austríaco Hermann Bahr dijo de la capital de la región de Friuli-Venezia-Giulia que hacía un siglo que Trieste no era una ciudad. “Uno tiene la impresión de no estar en ningún sitio, de experimentar la sensación de estar suspendido en la irrealidad”, escribió.

Se dice que en esta ciudad de 250 mil habitantes con una población flotante de medio millón de personas existe un sentimiento que se llama triestinidad y que se define como “la conciencia y el anhelo de una diversidad cierta pero indefinible, auténtica cuando se vive en la púdica interioridad del sentimiento, no cuando se proclama y exhibe”. En el rincón más al Este de la península itálica ha crecido esta urbe multicultural, dinámica, fresca y cambiante.

La proximidad de los astilleros de Monfalcone en el Adriático hacen de esta ciudad un lugar próspero y volcado en el mar.

Curiosidades sobre Trieste que puedes descubrir durante tu escala

-Trieste es la sede de La Barcolana, la regata más grande del mundo que se celebra el segundo domingo de octubre y que llega a concentrar más de 2.600 embarcaciones a vela.

-La costa de Trieste está flanqueada por dos preciosos faros. La Lanterna, que data de 1833 y que tiene estilo neoclásico y el Faro de la Victoria, de 1927 y que se considera el faro más alto de Europa y que se eleva 60 metros sobre el nivel del mar.

–El puerto de Trieste acoge edificios espectaculares como la lonja de 1912, reconvertida en espacio expositivo. Santa María del Guato -un tipo de pescado- y su campanario o ‘torre del agua’ albergan el mercado de pescado del arquitecto Giorgio Polli. En un viejo almacén de vinos se ha ubicado el Eataly -la cadena de restaurantes y mercados de productos italianos-; así como el exclusivo club de vela Yacht Club Adriaco de Trieste.

-Mitteleuropa: Hasta 1918, Praga y Trieste formaron parte del Imperio Austro-Húngaro. De esta época permanecen en la ciudad reminiscencias estéticas como el edificio de la estación de autobuses que es idéntico al de Praga. Se denomina a esta identificación como Mitteleuropa, un concepto que abarca más que un término geográfico; es un término político que define Mitteleuropa como la parte de Europa entre el Este y el Oeste.

–Puerto Franco desde 1719: la ciudad de Trieste fue declarada Puerto Franco por Carlos VI (Carlos III de Cataluña) y esta es la raíz de la multiculturalidad de la ciudad. Esloveno, croata, serbio, alemán -existe una numerosa comunidad alemana en la ciudad- francés, griego…son algunos de los idiomas que se escuchan hablar de forma habitual en las calles de Trieste. Existen iglesias que dan misa en alemán y el puerto cuenta con una iglesia ortodoxa.

–La Galería de Arte Moderno de Trieste es la primera de la Península Itálica y tiene cuadros de pintores españoles. El Castillo Blanco de Miramar es uno de los castillos románticos más visitados de Italia.

–La Plaza Unidad de Italia es la plaza que se asoma al mar más grande de Europa, con 12.280 metros cuadrados. El Palazzo della Luogotenenza Austriaca, el Palazzo Stratti con el famoso Café de los Espejos; el Palazzo Modello; el Palazzo del Comune, el Palazzo Pitteri -el más antiguo- y el Gran Hotel Duchi D’Aosta, junto con la sede de la Región del Friuli-Venezia-Giulia conforman los edificios que flanquean la preciosa plaza.

-Trieste tiene también un Gran Canal bordeado por edificios, todos ellos con la parte inferior construida en piedra para evitar los incendios y que constituían antiguos almacenes.

-Trieste tuvo estación de ferrocarril desde 1857. En esta época, Italia tenía 4 pequeñas conexiones ferroviarias. Una de ellas era Trieste con Viena, una conexión muy rápida para la época y toda una enorme obra de ingeniería. Trieste llegaría a ser, tras Viena y Budapest, la tercera ciudad del Imperio Austro-Húngaro.

–Trieste será en 2020 la Capital Europea de la Ciencia y la sede del Euroscience Open Forum y su candidatura recibió 164 cartas de apoyo, procedentes de un área habitada por 250 millones de personas y compuesta por Italia, Austria, Bosnia, Bulgaria, Croacia, Georgia, Montenegro, República Checa, Rumania, Ucrania y Hungría.

–Elettra Sincrotrone Trieste es un centro de investigación internacional multidisciplinario de excelencia, especializado en la generación de luz de sincrotrón y láser de electrones de alta calidad y su aplicación en materiales y ciencias de la vida. Son tres km de túnel en el que colisionan partículas de luz para investigar sobre el origen del universo.

La Historia del Café en Trieste

En el Puerto Viejo de Trieste se conservan los amarres antiguos que han sido objeto de una intervención que permite descubrir leyendo en sus inscripciones la historia de la exportación y de la conexión de Trieste con todos los países del mundo a través del café. La ciudad tiene una relación muy estrecha con este producto.

Los finlandeses son los mayores consumidores de café del mundo con 10kg al año por persona, seguidos de los italianos con 5 kg -salvo los triestinos que consumen también 10 kg al año-. Tienen una auténtica terminología específica para el café y hay más de 10 tipos diferentes: nero (expreso, aunque en otros lugares de Italia significa un vino tinto), capo (con leche), capo in bi (en dos partes)…

Así por ejemplo, Café Illy es triestino y existe una auténtica comunidad de abogados y agentes aduaneros especializados en café para hacer partidas aduanales y seguros especializados en Trieste. Además, una parte del puerto de Trieste está diseñada para la óptima conservación del café.

Cada dos años se celebra en Trieste una feria anual dedicada al café para operadores ‘crudistas’ (café verde).

El Café Tomasso, el Café de los Espejos y el Café de San Marcos son los tres más famosos de la ciudad, vinculada estrechamente con esta bebida caliente y fragante.

La Centrale Idrodinamica del Porto Vecchio de Trieste y la historia de la exportación

En el Puerto Viejo de Trieste, que cuenta con 600.000 metros cuadrados de superficie, se ubica una central hidrodinámica que data de la segunda mitad de 1800 y que ha estado en funcionamiento hasta 1988.

Hoy en día se ha convertido en un centro expositivo -en la actualidad puede visitarse una fantástica muestra sobre Leonardo da Vinci-. También pueden visitarse sus instalaciones y maquinarias, que todavía funcionan. Cuenta con enormes calderas de 2 metros de diámetro por 10 metros de largo del modelo inglés de Cornwall. Se trata de las mismas calderas que mueven la Torre de Londres y las mismas que hacían navegar al Titanic. Llegaron a ser diez calderas, ahora quedan solamente tres.

La central era el corazón de toda la energía que movía las guías, ascensores y montacargas del puerto. Seis km de tubos de ida y seis de vuelta por galerías. El agua en las calderas, con motobombas, producían la energía para hacer funcionar las maquinarias. Se ubican bajo un espectacular techo de láminas superpuestas. Dibujos y cornisas pintadas son la muestra de que en la época se pretendía buscar la belleza del lugar, a pesar de ser un lugar de trabajo. En Londres hubo centrales hidrodinámicas pero fueron destruidas para modernizarlas. Esta es la única que se conserva. Actualmente unas luces led azules simulan el agua para emular el funcionamiento real de la central.

En las inmediaciones de la central se encuentra el Museo Lloyd, en el almacén 26. Ha sido totalmente restaurado hace 4 años y es el de mayores dimensiones del Puerto Viejo: más de 240 metros de largo por 50 de ancho y 4 plantas de altura. En este momento se encuentra en él una exposición temporal sobre Lloyd, la que primero fue una compañía de seguros y luego una compañía de navegación. Ahora se denomina Italia Marítima. Llegó a contar con 300 embarcaciones.

La historia de Lloyd se corresponde con la historia del desarrollo de Trieste. Las hélices de los barcos se inventaron en Trieste.

Lloyd abrió también una división editorial y contaba con el período ‘Sul Mare’, cuyas cubiertas estaban dedicadas a artistas y son a día de hoy una auténtica joya editorial. Una exposición dedicada a la flota de Lloyd y otra muestra sobre la historia de los cruceros son el reclamo para los aficionados a arte. Platos de plata de los barcos, menús escritos a mano, miles de detalles de la época dorada de los cruceros son el mejor plan para terminar la excursión durante la escala en Trieste.

Una ciudad sorprendente, multicultural, moderna, atrevida y respetuosa con su pasado y su evolución histórica. Trieste es un lugar que vale la pena descubrir navegando.