Desde cuándo y por qué se bautizan los barcos de crucero
Entre los marinos y las gentes de mar, bautizar un barco es una norma no escrita que se tiene que cumplir de forma obligatoria. Ya sea una pequeña embarcación costera o un gran crucero de lujo, todas y cada una poseen su nombre y antes de su botadura todos corren a celebrar una ceremonia cuyo origen se pierde en el tiempo. Los barcos de crucero también tienen su nombre y su ceremonia de bautismo.
Desde siempre, el ser humano ha sentido una fuerte atracción por el mar: sus muchas leyendas, los grandes mitos fundacionales de las civilizaciones o ser el lugar donde habitaban los dioses de diferentes culturas a lo largo y ancho del planeta así lo atestiguan. A ello se le suma su inmensidad, la imprevisibilidad de los fenómenos meteorológicos o todo el poder y fuerza de la naturaleza que no hacían más que ampliar el respecto que los pueblos costeros le infundieron en su mitología.
Cuando los primeros navegantes se empezaron a aventurar lejos de la costa, sintieron la necesidad de honrar a los dioses y buscar su protección divina a través del culto: ¿Y qué mejor manera que hacerlo que dedicándoles un acto de sacrificio?
Como ocurre con tantas otras tradiciones occidentales, esta también se remonta a los cultos paganos que, con el paso de los siglos y de las culturas, acabó por ser adoptada y adaptada a los tiempos modernos. Se tiene constancia que los babilonios hacían sacrificios de animales para garantizar la fortuna de las singladuras. Posteriormente, ya en la época clásica, se sustituyeron por ofrendas de alimentos, agua y vino, celebrándose una especie de ceremonia auspiciadora.
Existen testimonios que atestiguan que los griegos utilizaban ánforas de vino para bautizar los cascos de las embarcaciones. Esta tradición griega, como pasaría con otras muchas, fue adoptada por los romanos que se acogían a su dios Neptuno frente al Poseidón heleno.
El cambio del vino y de las ánforas antiguas por las actuales botellas de champán para bautizar los barcos -también se explica por qué se bautizan los barcos de crucero-es una costumbre relativamente nueva y que se produjo cuando se extendió el consumo del espumoso francés entre las clases adineradas europeas, mientras que en botaduras más modestas se seguía recurriendo a los caldos propios de la zona.
Diferentes ceremonias de bautismo de los barcos
Además de aclarar por qué se bautizan los barcos, también es importante saber que existen diferentes supersticiones relacionadas con la ceremonia de bautismo de los barcos. Una de las más conocidas es que, si la botella no se rompe al golpear contra el casco, es un mal presagio y que el barco se considera como no bautizado.
Aunque hoy la ceremonia de lanzar una botella de champán forma parte de nuestro imaginario, existen casi tantas formas de garantirzar el buen destino de las embarcaciones como culturas en la tierra: así, en la India se suele utilizar un coco que se lanza contra el casco o en Japón se corta la cuerda de amarre con un hacha única construida para la ocasión, que se ha de llevar siempre a bordo.
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